
Fiordos [Noruega]: el paisaje soñado
Vienen a ser profundísimos dedos de mar que, entre precipicios de vértigo, se adentran una y mil veces por la costa de Noruega. Los fiordos, el santo y seña de estas geografías de cataclismo, se aliñan además con glaciares, parques nacionales, rutas en bici o a pie y despampanantes carreteras por las que reconciliarse con el placer de conducir.